Se concentra en los hombros, justo debajo de las franjas, y en la sobaquera. El técnico, que ha tomado hoy de forma oficial las riendas del banquillo, ha querido huir de la palabra «revolución», pero no del concepto: el Valencia, y su plantilla, no se va a aparecer en nada a la que lleva dos temporadas deambulando por la mitad de la tabla. Estas son las cualidades que Marcelino García Toral va a exigir a los jugadores que lleguen al Valencia que va a reconstruir.