Sus cuadros (el sahovnica) son los que son. Este post, además, se lo quiero dedicar a Gonzalo, fiel pero a la vez crítico lector de este blog, que siempre se queja, no sin falta de razón a veces, de que los protagonistas de los posts son demasiado jóvenes. Antes de poner límites y trabas, hay que tener información, para no caer en la discriminación absurda y en el daño a las personas.