Para entonces, Banega, que en septiembre había impresionado en el 4-1 ante España, ya no contaba. Para empezar, tuvo la mala suerte de marcar en propia meta el gol que le dio a Bolivia el empate a uno ante Argentina en el partido inaugural del torneo. Fue en unos días en los que circulaba la posibilidad de que el Inter de Milán estuviera interesado en contratarle a cambio de nueve millones de euros, opción sobre la que no ha habido pronunciamientos posteriores.