Esta región de Suramérica abandonó su estatus de famoso e inhumano penal para conseguir la renta per cápita más alta del subcontinente (Loney Planet, 1997) aun siendo esta inferior a la media europea y recibir fondos de cohesión por ello (Pons, 2008). El empuje vino dado sobre todo por las abundantes inversiones del gobierno francés y la Unión Europea destinadas a construir y operar los distintos centro espaciales ubicados en la base de Kourú (Pons, 2008, p. 82-85). Estos ingresos se unen a los aportados por la Legión Extranjera francesa, asentada allí para, por una parte, proteger las instalaciones espaciales y, por otra, realizar los entrenamientos en terreno selvático.