Otro ejemplo más de que es mejor no forzar las cosas cuando no dan más de sí. Lo cuenta Mercedes Zubizarreta, una de las mujeres tras la firma Zubi(que emprendió junto a su hermana Elena): «Cuando le decimos a alguien que nuestros productos están hechos en España, en Cuenca, cambian de opinión rápidamente: antes decían que algo era caro y, de repente, en su cabeza la pieza se revaloriza por tres».